La internacionalización de las inversiones y el aumento sin precedentes en los flujos de inversión hacia los países en desarrollo ha estimulado el perfeccionamiento de mecanismos
legales para atraer capitales extranjeros en beneficio del progreso nacional. De ahí la importancia de establecer mecanismos de resolución de controversias entre el Estado receptor de
la inversión y el inversionista nacional de otro Estado, distintos a los tradicionales. Así surge, en el Convenio de Washington, el CIADI con el objeto de proporcionar medios de solución de controversias, como la conciliación y el arbitraje. El incremento de los litigios justifica abordar este tema desde la perspectiva del AED, dados los importantes desafíos que hoy enfrentan los Estados en la carrera por ser más atractivos como receptores de IED.