En la actualidad vivimos en una sociedad dependiente de Internet y las redes sociales, la cual resulta peligrosa pues cada vez las personas pierden más el temor a publicar datos personales o incluso las empresas por cuestiones de eficiencia en el servicio, trasladan sus operaciones a páginas web que resultan poco seguras. Aunado a esta situación el bajo costo y fácil acceso a Internet, redes informáticas y bases de datos, han hecho que la delincuencia y los terroristas encuentren un campo vulnerable y fértil para realizar actividades nocivas para la sociedad y el progreso mismo de la informática. El derecho, que debe velar por la estabilidad, la paz social y la justicia, tiene la misión no solo de buscar soluciones a los problemas que surjan en el ciberespacio sino de evitarlos mediante acciones preventivas y de seguridad.