Durante muchos años, y aún a la fecha,
en prácticamente todas las escuelas de
derecho se enseña y se reproduce la
clasificación clásica del derecho: derecho público, derecho privado y, para
algunos, derecho social. Sin embargo,
el panorama actual es complejo, ya que
por un lado hay voces que desestiman
la importancia de esta división; y por el
otro, el desarrollo de nuevas áreas del
derecho, con una pluralidad de aristas, viene a plantear nuevos desafíos
a la clasificación clásica. En este sentido, el presente ejercicio resulta novedoso y valioso no sólo para fines didácticos, sino que, al ubicar el derecho
ambiental de manera autónoma, permite identificar los alcances y la importancia de una regulación propia,
para la adecuada protección del medio ambiente.